Las nuevas tecnologías que aceleran la innovación permiten despliegues hiper-escalables y promueven la agilidad de negocio; pero también hacen que las aplicaciones de monitorización tradicionales se vuelvan difíciles y laboriosas.
Siempre conectados, exigentes y multi-dispositivo; así somos los consumidores digitales. Una milésima de segundo en los tiempos de carga marca la diferencia, por eso el éxito de cualquier negocio digital depende en gran medida de la experiencia de cliente que seamos capaces de entregar.