Madrid, 3 de febrero de 2018 — El 76% de las empresas cree que en poco tiempo va a ser imposible gestionar de manera correcta el rendimiento de las aplicaciones de negocio debido al crecimiento vertiginoso de la complejidad tecnológica actual. Esta es una de las conclusiones de un estudio mundial realizado por Dynatrace en Europa, Estados Unidos, Asia, Australia y Latinoamérica en el que han participado 800 empresas de más de 1.000 trabajadores. El estudio también revela que, además, esta tendencia a la implantación de más tecnología en las organizaciones irá al alza y el 53% de las empresas planea hacerlo en los próximos 12 meses debido a la competitividad de los mercados.

Según el informe, la situación actual exige que los equipos de tecnología de las empresas pasen una media del 29% de su tiempo detectando y resolviendo problemas de rendimiento digital, con un coste medio anual para las organizaciones de 2 millones de euros. Precisamente, y debido al desbordamiento que padecen sus equipos, el 83% de los responsables de tecnología cree que la Inteligencia Artificial será fundamental para poder asegurar una correcta gestión del rendimiento en el entorno actual y futuro.

A modo de ejemplo de esta complejidad, el informe señala que, ahora mismo, una sola transacción web o móvil implica la participación de un promedio de 35 sistemas o componentes de tecnología diferentes, en comparación con las 22 de hace sólo cinco años.

Respecto al 53% de organizaciones que adoptará nuevas tecnologías a sus infraestructuras durante los próximos 12 meses, el 93% elegirá tecnología de nubes múltiples, un 88% microservicios y un 86% tecnología de contenedores. A este respecto, el informe identifica los principales desafíos a que se enfrentan las empresas a la hora de avanzar hacia este tipo de entornos.

Así, el 76% de los responsables de tecnología afirma que el ecosistema de nube múltiple hace especialmente difícil y lento monitorizar y entender el impacto que los servicios alojados en ella tienen en la experiencia del usuario, y un 72% destaca el enorme tiempo que ha de dedicar a configurar, precisamente, una correcta monitorización de estos entornos cuando se implantan nuevos servicios.

Por otra parte, el 72% también afirma que, en el caso de los microservicios, es prácticamente imposible monitorizar en tiempo real y el 84%, cuando se refiere a la tecnología de contenedores, declara muy difícil comprender su impacto en el rendimiento de una aplicación. De hecho, cuando los responsables hablan sobre estas tecnologías, los dos desafíos más importantes para los directores de tecnología son: mantener y configurar la supervisión del rendimiento (56%) e identificar las dependencias e interacciones del servicio (54%).

Además de los desafíos de la gestión del ecosistema tecnológico hipercomplejo actual, el estudio de Dynatrace también descubre el estado de la relación entre los departamentos de tecnología con el resto del negocio. Así, y según el informe, el 74% de los directores de tecnología cree estar sometido a mucha presión para mantenerse al día con las demandas, a veces poco realistas, del negocio y de los usuarios finales. El 78% destaca que cada vez es más difícil encontrar tiempo y recursos para responder a las cuestiones que plantea la empresa y, además, entregar a tiempo los desarrollos que se esperan del departamento. Por último, el 80% declaró que es difícil alinear las medidas técnicas del rendimiento digital con el impacto que tienen en el negocio.

El informe de Dynatrace se basa en una encuesta global en la que han participado 800 directores de tecnología de grandes empresas con más de 1.000 trabajadores, realizada en agosto de 2017 en Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, China, Australia, Singapur, Brasil y México.

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